domingo, 6 de septiembre de 2009
una mañana de domingo...
Son las nueve de un domingo sin planes,
de un día sin amigos, sin visitas.
Es una mañana silenciosa en una zona de guerra;
un proyecto de recogida y de armoniosa convivencia conmigo misma.
Y así, en un momento en el que la agenda se quedó en la oficina,
donde no hay amor ni exclusivo ni compartido, donde no hay compañía
te extraño, pero lo más extraño es extrañarte cuando nunca te he tenido,
cuando ni siquiera han habido intensiones de tenerte.
Extraño tu sonrisa cuando me pasas por delante
extraño tu amabilidad disimulada ante otros presentes
extraño tus saludos de lejos y tus miradas de soslayo
y resulta extraño que nunca te hayas atrevido a salir cuando tus señales indican otra cosa.
Y entre los deseos de este día de descanso,
entre las sábanas cálidas sin sexo alguno,
entre mis preciadas almohadas reviso por última vez mis cuentas electrónicas
encontrándote donde menos te esperaba...
Septiembre 2009
Suscribirse a:
Entradas (Atom)