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martes, 25 de mayo de 2010

De regreso...



Cinco meses, varias historias...
Infinitas emociones, ideas inconclusas...
Sueños partidos en dos, mudanzas, destinos...
Y estoy de vuelta!



Anoche me inspiró escribir "Me pediste una noche", recordando una noche que fue solicitada hace muchos meses atrás. Una noche que dije un "no" dormida, y que recordé de repente, en medio del shock de una reunión entre amigas. ¿Alguien ha recordado algo que hizo en medio de una borrachera meses después de lo ocurrido? Bien, pues si alguien sabe de lo que hablo debo aclarar que no estaba borracha, sencillamente en sueño profundo, muy profundo, y como tal, desperté... hace a penas unos días.

Espero les guste este retorno, hay mucho que contar!!!


Wk.
25 de Mayo, 2010
Tras un largo silencio.

jueves, 30 de abril de 2009

Con tus razones de sobra...


Pic by DeviantArt

He observado esa mirada tantas veces…
Resolví no contestar lo inteligible
Acaté tus condiciones de vida bohemia
Me limité a ser anónima en el poema que me escribiste

Y te he acompañado en tu trayecto…
Tocando el arte de combinar el sonido y el tiempo
Manteniendo proyecciones de imágenes vacías
Amarrando láminas de conexiones mórbidas

Pero ya… el desahucio fraterno grita fino,
cuando esa mirada refleja necesidad,
y esa necesidad es un anuncio genuino de conexión entre dos almas

Sin Eros, sin Afrodita, sin Kama Sutra de por medio,
Sólo nosotros, sólo las palabras, sólo los sueños,
sólo el cariño que nos profesamos en silencio.

Y hoy me siento más sin ti que nunca, amigo.
Y tú... con razones de sobra!


Abril 30, 2009
Sintiendo que la bohemia me roba tu espíritu.

jueves, 23 de abril de 2009

Humo de emociones


...y como es tan autobiográfico, decidí utilizar un retrato personal... en esta imagen.

Uff!! Qué día! Necesito hacer un recuento de mis mega-horas de hoy!
Wk


La madrugada empezó cuando apagué la TV a la misma media noche, con algo de frío, en una habitación de hotel. Intenté dormir profundamente, pero fue en vano, me despertaba cada hora para reacomodar mis ajenas almohadas. Cuando finalmente sonó el despertador sentí cómo una oleada de dolor recorrió mi cuerpo, era la señal de que había abusado de él el día anterior. Hice caso omiso a mi agotamiento laboral y me dispuse a empezar la jornada, que no prometía ser muy buena.

Luego de un duchazo caliente, y la rutina de maquillaje y vestuario de oficina, bajé a desayunar. El té estuvo delicioso, las frutas también. Pasé el mostrador y recogí mi maletín. Cuando quince minutos de retraso el chofer no llegaba, llamé a la persona de transporte, para mi sorpresa había un cuento chino, como todo en ese lugar. El que me habían asignado lo mandaron a otra ciudad, y el que me reasignaron tuvo un percance camino al hotel. Debía esperar “unos minutos”, que serían nada más y nada menos que cuarenta. Una eternidad para mi poco gusto por depender de otros para llegar a un sitio.

Ya en el trabajo, había que repasar los materiales del recorrido que tendríamos esa mañana. Revisar el correo electrónico, responder a unas cuantas llamadas, confirmar mis reuniones en Santiago en la tarde, coordinar la logística del evento de mañana… Todo en unos pocos minutos para salir al afán que nos esperaba afuera.
Tras dos horas, mucho calor, muchísimas escaleras, poca agua, incontables saludos y sonrisas, sufrí un súbito mareo, con la sensación de que ya era mucho para mí opté por dejarlo, admitir mis limitaciones físicas y decirle bye-bye. Había tenido suficiente. Mas mis responsabilidades a penas empezaban… ahora el bus, para llegar a tiempo a Santiago a mi ansiado compromiso.

Compré algo de picar para el camino, viajaría dos horas y media y necesitaba llegar con energías, aunque el estilo se había ido al carajo, pues ya no había maquillaje que disimulara el agotamiento, y hasta el desgano. Intenté enfocarme en la agenda de la tarde, pero el sueño me venció, y dormí un buen rato, para despertar llegando a la ciudad Corazón, con cansancio potencializado, y la moral en el suelo. No estaba viendo resultados, y los días habían sido considerablemente largos.

Al entrar por la puerta de mi oficina no pude sonreir, saludé por cortesía, pero todas vieron que estaba demacrada, pero debía seguir… Encendí la computadora, respondí otras llamadas, terminé el cuadro de excel, revisé la agenda y esperé el aviso de subir. La reunión tuvo sus bemoles, pero sus frutos me retornaron color al rostro, pocas palabras de aquella dama tienen mucho peso, y en mí significaron una hora y veinte minutos, dos instrucciones, y varias notas. Los resultados empezaban a verse, justo por quien debían ser vistos.

Al regresar a mi escritorio, sentí el hambre, el agotamiento, y era hora de marcharme. Habían sido dos largos días fuera de mi cama. Llegando tomé dos baños, no uno, dos, reción entrando, y después de la cena. Y me acomodé para subir las fotos de la sesión a mi página, las que estaban siendo esperadas. El marcador contó exactamente cuatro segundos luego de la primera publicación, cuando recibí un sin número de comentarios, y uno en particular logró mi atención. Los detalles de aquella relación siguen siendo una triste burla de la vida para ambos, por lo que sus palabras fueron un balde de agua fría, más bien caliente diría yo. Sus ojos azules, su acento marcado, sus promesas más que rotas, cortadas por la vida...

En eso se me ocurrió curiosear en un par de páginas, incluyendo el presagio de noticias viejas, que para mi shock tenían letras dedicadas a mí. Dos strikes en una noche... Me incitaron a responder, a dar a conocer mis pensamientos sobre la irrupción en su vida, pero yo me pregunto, si no respondí en octubre, o en diciembre, o en enero, o a principios de abril, ¿respondería ahora? En fin, aún no me decido… y el día aún no termina.

Abril 23, 2009
Muchas ideas, muchas emociones, y tres agendas.

sábado, 3 de enero de 2009

Acuarius Wasarry


La verdad es que hay personas que nos marcan, que se quedan con nosotros de la manera más bella posible. Yo he tenido la bendición de cultivar muchas amistades, pero pocas son tan exclusivamente especiales como el artista Acuarius Wasarry.
No hay ser humano en la Tierra a quien le pegue mejor el dicho aquel de “músico, poeta y loco”. Y no hay amigo más fiel y devoto que él.
A AW le debo el inicio de mi renacer, la fuerza impulsora del fin de semana aquel en el que volví a ver el horizonte y empecé a entender cuántas cosas maravillosas seguía aguardándome la vida.
Mi “bohemio favorito”, como cariñosamente le llamo, representa mi parte libre, mi mundo ajeno de circunspección, mi pizca de sueños cuando hay tristeza, y mi corage en su contra cuando se rebosa de nostalgia y melancolía.
Pero más que nada, a éste, mi artista, mi sangre morena, le debo la inspiración a dejar plasmado en público mis ideas, pensamientos, contrastes y conflictos, en este blog, el cual, como primera instancia, quiero dedicarle.