Te vi, en sepia, antiguo, algo borroso, incierto, pero acepté…
Me detuve a explorarte, a escudriñar en tu información, en tu vida,
Sentí curiosidad, intriga, y cual intrusa en terreno incierto.
Siguieron las conversaciones, las afinidades, las preguntas.
Se consensuaron los tiempos, los espacios, las formas.
Pasó la fecha, y luego otra, y en su momento las dudas…
Estaba tarde, entre el tráfico de una ciudad ajena y los compromisos laborales. Llegué justo para alistarme y sentía algo de emoción, justo al recibir tu llamada… Cuando pulsé el botón del ascensor seguía ajustándome el vestido. Te busqué entre las personas que iban y venían, cuando nos cruzamos, a unos metros, tú de gris y yo de blanco, y sonreí.
Pensé mil cosas, cuestioné razones, ideas, lugares, medidas, estilos… y te pensé.
A unos centímetros de mi, compartiendo el mismo sofá del lobby aquel, aún agitada por los instantes precedentes, y aún asimilando que estabas ahí… te observé.
Tras horas de un contar imparable de historias de vida, de gustos, leyendas, interrogantes, respuestas, canciones, fotos, vino, miradas, y nuevas dudas… te sentí.
Interesante, exótico, complejo… inquietante, calmado, tierno.
Emociones y dos noches de compartir, donde todo empezó en una imagen!
Wk.
Junio 26, 2009.
Me detuve a explorarte, a escudriñar en tu información, en tu vida,
Sentí curiosidad, intriga, y cual intrusa en terreno incierto.
Siguieron las conversaciones, las afinidades, las preguntas.
Se consensuaron los tiempos, los espacios, las formas.
Pasó la fecha, y luego otra, y en su momento las dudas…
Estaba tarde, entre el tráfico de una ciudad ajena y los compromisos laborales. Llegué justo para alistarme y sentía algo de emoción, justo al recibir tu llamada… Cuando pulsé el botón del ascensor seguía ajustándome el vestido. Te busqué entre las personas que iban y venían, cuando nos cruzamos, a unos metros, tú de gris y yo de blanco, y sonreí.
Pensé mil cosas, cuestioné razones, ideas, lugares, medidas, estilos… y te pensé.
A unos centímetros de mi, compartiendo el mismo sofá del lobby aquel, aún agitada por los instantes precedentes, y aún asimilando que estabas ahí… te observé.
Tras horas de un contar imparable de historias de vida, de gustos, leyendas, interrogantes, respuestas, canciones, fotos, vino, miradas, y nuevas dudas… te sentí.
Interesante, exótico, complejo… inquietante, calmado, tierno.
Emociones y dos noches de compartir, donde todo empezó en una imagen!
Wk.
Junio 26, 2009.
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