La piel se nos humedeció de calor
La vida nos devolvió sonrisas
El amor nos reveló sueños
Y hoy, entre tantos recuerdos, entre tantas palabras que nunca se dijeron, he vuelto a llenar mi cama de almohadas.
Abril 25, 2009
Tras adquirir dos nuevas almohadas a mi colección.
2 comments:
La almohada: fiel sustituta de ese cuerpo que solía encajar con el mío como un centro de rompecabezas. Cálida, mullida, callada y conforme. Pero no más que una sustituta.
Tu poesía es bella, gracias por el texto
Hermoso post y el blog bello para visitarte y leerte.
te sigo para poder visitarte con mas frecuencia
saludos fraternos
un abrazo inmenso
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