jueves, 31 de diciembre de 2009

Sin tiempo


Pic by http://deviantart.com/

Hemos estado sin tiempo
Contando historias, sin contar alguna
Besando sueños, sin suspirar
Mirando horizontes, sin admirar sus lineas al final


Nos hemos mirado, de repente, sin planear,
viendo otros caminos, mas volviendo a caminar juntos, de la mano
hemos sentido la distancia acariciar nuestros pasos,
y vuelto a caer uno cerca del otro

Hemos cantado recuerdos, almacenados sin tiempo, con muchos espacios
Y de repente, sin saberlo, nos hemos encontrado viviendo un tiempo nuestro,
sin bautizar, sólo tiempo, sólo con nuestros nombres,
sin precedentes, sin antesala... Solos, tu y yo.

Dic. 26, 2009, tras unos días de encanto.

viernes, 11 de diciembre de 2009

December 10th



A year passed by...
The flowers, the sun, the weather arrived
The leaves left us on a side
And it's another day for everyone.

We both knew what it meant
Each year with a different idea
Each one with a distinguished motive
And each day with an unexpected memory.

Today it doesn't have a meaning
It doesn't have a history or a story
It's just another day of living
It's just anothe December 10th...

As relinquish, as savorless,
No sudden behind, there was a full basket of reasons
And today there's none,
No need, no intention, no idea, no one around,
and even better: For better or for worse NO you!
Happy Divorsary!
10/12/09

sábado, 28 de noviembre de 2009

Subtle**



La felicidad se construye de muchas maneras...
La mía se ha ido construyendo a base de sonrisas,
de encanto, de ilusiones compartidas,
de breves pesares de momentos acabados...
…Y está siendo cultivada por ti.

Tan genuino, tan presente, tan admirable,
tan admirado, tan tú.
Inteligente, directo, franco, contundente, profesional...
Es tener un alter ego, pegadito a mi alma,
ligado a un romanticismo supérfluo, inexistente, asintomático.

Y estoy feliz… contigo, aunque faltas tú.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Instinto



Hay un espacio de tiempo que nos permite sentir la distancia entre nuestro pasado y nuestro futuro, a esto se le llama presente, y no siempre estamos muy conforme con ello…


Tras la partida de los sueños
Cuando todo había sido asumido como terminado
Donde todos habían extendido su mano de apoyo, Apareciste tú.

Desde un principio me lo advirtieron
Sabía que no sería duradero
Era parte de su complejidad, de su encanto,
Creer que llegarías a ser mío, aún por tan poco tiempo.

Cada día emergente fue contado,
Aquella primera semana no me lo podía creer
Y sonrisa tras sonrisa me ganaste
Y beso a beso me fui dejando caer.

Era todo tan irrisorio, incomprensible tal vez
Entender que aún lo podía sentir
Tener aquellas emociones
Volver de nuevo a vivir.

Tan masculino, intrigante, sexy,
Solemnemente fuerte, inteligente, sagaz…
La combinación perfecta de música y seriedad,
De aventura y realidad… de instinto, puro instinto!
Noviembre, 2008

martes, 20 de octubre de 2009

Distante de ti


Pic retreived from DeviantArt

Sentirte, escucharte, leerte…
Saber de ti, pensar en ti, soñar contigo…
Traspasar el viento que nos separa de Este a Oeste,
Planear que puedo volverte a ver.

Qué pensar cuando hay tiempo,
Cuando la distancia no es tan larga
Donde los intereses se esconden entre escombros
Y cada palabra es un “cómo”.

Más allá de ese espacio inexistente entre tú y yo,
que en nuestra comunicación fluye,
que dejas a un lado tu margen de error,
...tus confusiones del momento, tus porqués inadvertidos, tus angustias, tus tormentos…
...Y me tomas a mí, intensamente te acercas, te conectas con mis pensamientos, emociones, instintos, y dejamos de ser dos…
...Y hoy cierro los ojos e intento imaginarte, escudriñar entre tus maravillosos ojos cafés, estudiarte centímetro a centímetro…
...Y finalmente te escucho, sé de ti, y es como si se desvanecieran las dudas previas, tus ánimos confusos, porque estás ahí, y yo deseo que lo estés, más tiempo, y más cerca… por los dos.


K. 19 Octubre 2009

domingo, 18 de octubre de 2009

Sin deshojar margaritas junto a Buesa


Hacía un rato escribía sobre las complejidades de la comunicación entre los géneros, de lo díficil que resulta querer decirle algo y que no se malinterprete... en fin, hay de amores y cosas, y cuando me vine a dar cuenta, ya Buesa lo había dicho por mi, ya que al leer el poema sólo deseo no tener que deshojar margaritas...

"La Sed Insaciable"
de José Angel Buesa

Decir adiós... La vida es eso.
Y yo te digo adiós, y sigo...
Volver a amar es el castigo
de los que amaron con exceso

Amar y amar toda la vida,
y arder en esa llama.
Y no saber por qué se ama...
Y no saber por qué se olvida...

Coger las rosas una a una,
beber un vino y otro vino,
y andar y andar por un camino
que no conduce a parte alguna.
Sentir más sed en cada fuente
y ver más sombra en cada abismo,
en este amor que es siempre el mismo,
pero que siempre es diferente.

Porque en sordo desacuerdo
de lo soñado y lo vivido,
siempre, del fondo del olvido,
nace la muerte de un recuerdo.
Y en esta angustia que no cesa,
que toca el alma y no la toca,
besar la sombra de otra boca
en cada boca que se besa.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Sonrisas


Hay ocasiones que ameritan excepciones... y creo que ésta es una de ellas.
Siempre he entendido que un blog no es un correo público, es público, pero no un correo, por tanto poner "mensajes" deliberadamente dirigidos a una persona no lo considero propio. Sin embargo, y habiendo establecido este preámbulo, resulta interesante introducir mi blog a alguien con el presente escrito:



Sonrisas

Hay muchas historias que se desconocen,
muchos sentidos dormidos entre los meses de soledad y vacío,
inspiraciones truncadas a medio escribir por causas ajenas,
noticias paridas de intriga y encanto.

Esta noche, cuando me miraste, abrí una puerta interior...
cuando me tocaste, me sentí inocente, no provocada...
cuando me hablaste, quedé extasiada por la conversación...
y cuando te despediste, sentí una inusitada tristeza.

Dos cosas que no entendiste: el porqué de la llamada aquella.
Es sencillo, ella y yo nos prometimos no llamarnos para dar datos de salidas -ya han habido casos y cosas, de parte y parte-, pero yo no salí con nadie, yo conocí a alguien; muy interesante por cierto. Y ahí empezó la historia... que no ha empezado, que no sé si ha de empezar, que ella no creará expectativa, así como yo salvaguardaré las mías.

La segunda: el brillo de mi mirada, ¿complejo? No, sutilmente esa mirada auguraba sonrisas, las mismas que me evoca ahora el pensar en tí.

Made out of a night, out a soul shared, out of the silence in this room, where nobody left, and I'm wondering what's next... To LB, Late night of October 7th, 2009.

domingo, 6 de septiembre de 2009

una mañana de domingo...




Son las nueve de un domingo sin planes,
de un día sin amigos, sin visitas.
Es una mañana silenciosa en una zona de guerra;
un proyecto de recogida y de armoniosa convivencia conmigo misma.

Y así, en un momento en el que la agenda se quedó en la oficina,
donde no hay amor ni exclusivo ni compartido, donde no hay compañía
te extraño, pero lo más extraño es extrañarte cuando nunca te he tenido,
cuando ni siquiera han habido intensiones de tenerte.

Extraño tu sonrisa cuando me pasas por delante
extraño tu amabilidad disimulada ante otros presentes
extraño tus saludos de lejos y tus miradas de soslayo
y resulta extraño que nunca te hayas atrevido a salir cuando tus señales indican otra cosa.

Y entre los deseos de este día de descanso,
entre las sábanas cálidas sin sexo alguno,
entre mis preciadas almohadas reviso por última vez mis cuentas electrónicas
encontrándote donde menos te esperaba...


Septiembre 2009

lunes, 27 de julio de 2009

Ironías no correspondidas


Pic By Camilax, DeviantArt.com


El piso tiembla bajo mis pies
la mente me da vueltas de incertudimbre
las sonrisas se quiebran entre interrogantes
las ideas buscan otros horizontes...

La pintura deja tonalidades grises
la casa tiene olor a rosas disecadas
el silencio se encuentra en cada rincón
y las almohadas no encuentran su sitio...

Y yo, entre caminos cruzados,
entre palabras dichas que no me correspondían
entre encuentros truncados por el miedo
Ironías, ironías de sobra... y ningunas responden a una realidad!

Tras entender que hay vainas y vainas...
Julio 27, 2009

lunes, 13 de julio de 2009

Cumpleaños



Cada día, cada palabra, cada arte, cada reflexión...
cada suspiro, cada lágrima, cada sonrisa marcada en amor...
cada persona que extrañé, cada ser que conocí,
cada encanto de esta vida, se regocija hoy,


cuando adquiero una nueva antigüedad,
cuando disfruto un atardecer más de un 14 de Julio
cuando mi edad cambia de número, y mis deseos de rumbo...

Sólo feliz. Es mi cumpleaños!!!


Vísperas del 14/07/09
Wk.

sábado, 27 de junio de 2009

Verbo conflictivo




Cuán fabulosos sería lograr los “quiero”, sus conjugaciones, sus implicaciones, sus libertades.
Cuántas cosas no son realizables de sorpresa tras el uso de un “quiero …”, cuánta planificación surge de un “quiero …”, cuántas dudas vienen de otros tipos de “quiero …”. Cada uso, cada forma, cada estructura gramatical que le adorne trae consigo un elemento ilusorio, ruptura de lo cotidiano, disconformidad con lo existente, generación de nuevos instintos.

En los distintos roles que he jugado en mi vida he escuchado el “quiero” ser utilizado en tantas formas, momentos y estilos que resulta difícil distinguir qué connotación evoca. Creo que a cada segundo estamos queriendo algo o alguien… al igual que alguien quiere algo de nosotros, y –ojalá- alguien en algún lugar del mundo nos está queriendo.

Hace unas semanas expresaba un “quiero” en este espacio… y hace unos días me cuestionaba su utilidad. En fin, vuelvo a mis “quiero”:

Quiero… dejar mi mente volar, sentir que puedo confiar.
Quiero… estar ahí para quienes están, para quienes quieren de mi.
Quiero… saber qué esperar, qué más planear, metida entre el suit de dos localidades.
Quiero… pensar que no es tan fuerte darle pensamiento a sus “quereres”, cuando ellos van ligados a los míos.

Quiero… dejarme llevar, por esta ilusión que inicia, que me conmueve, que me intriga, que crea secuelas en mi ser, que me hace cuestionar otras vivencias, que me hace sentir tan conflictivo este verbo: Querer.


Junio 27, 2009.

viernes, 26 de junio de 2009

En una imagen



Te vi, en sepia, antiguo, algo borroso, incierto, pero acepté…
Me detuve a explorarte, a escudriñar en tu información, en tu vida,
Sentí curiosidad, intriga, y cual intrusa en terreno incierto.

Siguieron las conversaciones, las afinidades, las preguntas.
Se consensuaron los tiempos, los espacios, las formas.
Pasó la fecha, y luego otra, y en su momento las dudas…

Estaba tarde, entre el tráfico de una ciudad ajena y los compromisos laborales. Llegué justo para alistarme y sentía algo de emoción, justo al recibir tu llamada… Cuando pulsé el botón del ascensor seguía ajustándome el vestido. Te busqué entre las personas que iban y venían, cuando nos cruzamos, a unos metros, tú de gris y yo de blanco, y sonreí.

Pensé mil cosas, cuestioné razones, ideas, lugares, medidas, estilos… y te pensé.
A unos centímetros de mi, compartiendo el mismo sofá del lobby aquel, aún agitada por los instantes precedentes, y aún asimilando que estabas ahí… te observé.
Tras horas de un contar imparable de historias de vida, de gustos, leyendas, interrogantes, respuestas, canciones, fotos, vino, miradas, y nuevas dudas… te sentí.

Interesante, exótico, complejo… inquietante, calmado, tierno.
Emociones y dos noches de compartir, donde todo empezó en una imagen!

Wk.
Junio 26, 2009.

miércoles, 27 de mayo de 2009

Eres



Hay amores que se convierten en ironía, en esa risa ligera que te evoca el pensamiento aquel de: ¡a Dios Gracias! -ó- ¡Adiós, Gracias!

Lamento la ofensa, la crudeza, la verdad, pero a fin de cuentas esto es parte del tiempo… y –por supuesto- de sus cosas…
Wk



Eres rabia y eres pena
Eres sentidos que quedaron atrás
Eres cuestionantes de emociones no sentidas
Eres respuestas de armas tomar.

Eres lo que no fuiste realmente
Eres lo que eras antes de yo aparecer
Eres la sombra en el pasado
Eres alegría de no verte más.

Eres lo que me dijeron que eras
Eres lo que creí no creer de un hombre
Eres lo que sabía que no debía ser
Y eres eso, el que no me importa,

el que no me inspira, el que no quise,
el que dejé de respetar,
el que entendí que no me merecía,
el que da respiros sin ansiedad…

Eres… el hombre a quien una vez le presté mis sueños…

Diciembre 2008
Escrito hace ya unos meses, envuelto en una sensación de adiós, a quien tal vez no debí responderle un hola.

Secuestrando tu agenda...


Si tuviera un segundo de tu agenda, te daría una mirada pícara.
Si tuviera un minuto, te sujetaría en un abrazo.
Si tuviera una hora, conversaríamos de algunas cosas...
Si tuviera una día, lograría descubrirte un poco más.

Ahora, si tuviera una noche, tan sólo una...
...entonces tendría tu agenda en mis manos!

Mayo 27, '09

jueves, 30 de abril de 2009

Con tus razones de sobra...


Pic by DeviantArt

He observado esa mirada tantas veces…
Resolví no contestar lo inteligible
Acaté tus condiciones de vida bohemia
Me limité a ser anónima en el poema que me escribiste

Y te he acompañado en tu trayecto…
Tocando el arte de combinar el sonido y el tiempo
Manteniendo proyecciones de imágenes vacías
Amarrando láminas de conexiones mórbidas

Pero ya… el desahucio fraterno grita fino,
cuando esa mirada refleja necesidad,
y esa necesidad es un anuncio genuino de conexión entre dos almas

Sin Eros, sin Afrodita, sin Kama Sutra de por medio,
Sólo nosotros, sólo las palabras, sólo los sueños,
sólo el cariño que nos profesamos en silencio.

Y hoy me siento más sin ti que nunca, amigo.
Y tú... con razones de sobra!


Abril 30, 2009
Sintiendo que la bohemia me roba tu espíritu.

sábado, 25 de abril de 2009

Sustituyéndote


El tiempo se nos fue
La piel se nos humedeció de calor
La vida nos devolvió sonrisas
El amor nos reveló sueños

Y hoy, entre tantos recuerdos, entre tantas palabras que nunca se dijeron, he vuelto a llenar mi cama de almohadas.


Abril 25, 2009
Tras adquirir dos nuevas almohadas a mi colección.

jueves, 23 de abril de 2009

Humo de emociones


...y como es tan autobiográfico, decidí utilizar un retrato personal... en esta imagen.

Uff!! Qué día! Necesito hacer un recuento de mis mega-horas de hoy!
Wk


La madrugada empezó cuando apagué la TV a la misma media noche, con algo de frío, en una habitación de hotel. Intenté dormir profundamente, pero fue en vano, me despertaba cada hora para reacomodar mis ajenas almohadas. Cuando finalmente sonó el despertador sentí cómo una oleada de dolor recorrió mi cuerpo, era la señal de que había abusado de él el día anterior. Hice caso omiso a mi agotamiento laboral y me dispuse a empezar la jornada, que no prometía ser muy buena.

Luego de un duchazo caliente, y la rutina de maquillaje y vestuario de oficina, bajé a desayunar. El té estuvo delicioso, las frutas también. Pasé el mostrador y recogí mi maletín. Cuando quince minutos de retraso el chofer no llegaba, llamé a la persona de transporte, para mi sorpresa había un cuento chino, como todo en ese lugar. El que me habían asignado lo mandaron a otra ciudad, y el que me reasignaron tuvo un percance camino al hotel. Debía esperar “unos minutos”, que serían nada más y nada menos que cuarenta. Una eternidad para mi poco gusto por depender de otros para llegar a un sitio.

Ya en el trabajo, había que repasar los materiales del recorrido que tendríamos esa mañana. Revisar el correo electrónico, responder a unas cuantas llamadas, confirmar mis reuniones en Santiago en la tarde, coordinar la logística del evento de mañana… Todo en unos pocos minutos para salir al afán que nos esperaba afuera.
Tras dos horas, mucho calor, muchísimas escaleras, poca agua, incontables saludos y sonrisas, sufrí un súbito mareo, con la sensación de que ya era mucho para mí opté por dejarlo, admitir mis limitaciones físicas y decirle bye-bye. Había tenido suficiente. Mas mis responsabilidades a penas empezaban… ahora el bus, para llegar a tiempo a Santiago a mi ansiado compromiso.

Compré algo de picar para el camino, viajaría dos horas y media y necesitaba llegar con energías, aunque el estilo se había ido al carajo, pues ya no había maquillaje que disimulara el agotamiento, y hasta el desgano. Intenté enfocarme en la agenda de la tarde, pero el sueño me venció, y dormí un buen rato, para despertar llegando a la ciudad Corazón, con cansancio potencializado, y la moral en el suelo. No estaba viendo resultados, y los días habían sido considerablemente largos.

Al entrar por la puerta de mi oficina no pude sonreir, saludé por cortesía, pero todas vieron que estaba demacrada, pero debía seguir… Encendí la computadora, respondí otras llamadas, terminé el cuadro de excel, revisé la agenda y esperé el aviso de subir. La reunión tuvo sus bemoles, pero sus frutos me retornaron color al rostro, pocas palabras de aquella dama tienen mucho peso, y en mí significaron una hora y veinte minutos, dos instrucciones, y varias notas. Los resultados empezaban a verse, justo por quien debían ser vistos.

Al regresar a mi escritorio, sentí el hambre, el agotamiento, y era hora de marcharme. Habían sido dos largos días fuera de mi cama. Llegando tomé dos baños, no uno, dos, reción entrando, y después de la cena. Y me acomodé para subir las fotos de la sesión a mi página, las que estaban siendo esperadas. El marcador contó exactamente cuatro segundos luego de la primera publicación, cuando recibí un sin número de comentarios, y uno en particular logró mi atención. Los detalles de aquella relación siguen siendo una triste burla de la vida para ambos, por lo que sus palabras fueron un balde de agua fría, más bien caliente diría yo. Sus ojos azules, su acento marcado, sus promesas más que rotas, cortadas por la vida...

En eso se me ocurrió curiosear en un par de páginas, incluyendo el presagio de noticias viejas, que para mi shock tenían letras dedicadas a mí. Dos strikes en una noche... Me incitaron a responder, a dar a conocer mis pensamientos sobre la irrupción en su vida, pero yo me pregunto, si no respondí en octubre, o en diciembre, o en enero, o a principios de abril, ¿respondería ahora? En fin, aún no me decido… y el día aún no termina.

Abril 23, 2009
Muchas ideas, muchas emociones, y tres agendas.

domingo, 19 de abril de 2009

Pleito contra un tipo de letra!!




Ok, admitiendo que haber vivido en los Estados Unidos me permitió aprender muchísimo sobre la cultura Americana, y adquirir mi preciado humor sarcástico, también reconozco que a veces su "libertad de expresión" raya en lo ridículo, y al parecer la crisis económica les ha afectado el cerebro, cuando no tienen NADA-QUÉ-HACER... Sucede que como de costumbre andaba navegando en las noticias de internet, y me he topado con que el Wall Street Journal ha publicado todo un reportaje acerca de la campaña a favor de erradicar Comic Sans!!!!!


Sí señoras y señores, nada más y nada menos que el tipo de fuente Comic Sans, el que usamos en Microsoft Word. Y no es que me guste el tipo de fuente, pero crear toda una campaña en su contra!??


Definitivamente, un pleito contra un tipo de letra (o Font, como le llamamos) es una pérdida radical de tiempo, y por tanto de sus cosas!

sábado, 11 de abril de 2009

Poema de la Desposada - Buesa


Para una amante de la declamación como yo, este es un perfecto insulto a la retórica, pues ésta se queda corta ante la genialidad de un poeta como él. El siguiente poema se abrió entre las páginas de una edición casi inexistente de “Poemas Prohibidos”, que llegó maravillosamente a mis manos gracias a la amistad que hay entre mi padrino y su autor.

La quimera fue testigo de espejismos elocuentes, de viajes donde el amor se olvidó en el equipaje…

Wk

POEMA DE LA DESPOSADA
de José Ángel Buesa

Buena suerte, muchacha. Lucirás muy bonita
con el velo de novia y el ramo de azahar,
pero sin el sonrojo de tu primera cita,
sino pálida y seria delante del altar.

Pronto será la boda. Pero acaso un despecho
amargará las noches de tu luna de miel,
si al subir una puerta reconoces un lecho
o al cruzar un pasillo recuerdas otro hotel.

Sin embargo, muchacha, cuando termine el viaje,
ya serás la señora de no se qué señor;
aunque tal vez descubras, al subir tu equipaje,
que en la prisa -¡qué pena!- se te olvidó el amor…

viernes, 10 de abril de 2009

Ganas de ti...


Pic by Deviant


Años, años, años de historia y de nada
Tiempo de compartir entre amigos
Horas de catequesis y valores sociales
Minutos de miradas cruzadas en una misa

Cuánta curiosidad, cuántas preguntas
Unos cuantos regalitos de niños
Varios novios, varias enamoradas
Cumpleaños, relajos, globos y rifas

Habitaciones de hospital entre familia
Madres y quinceañeras de aquellas épocas
Regalos de viajes, entre México y Canadá
Y paseos a caballo en la finca de los muchachos

Entonces, entre tantos recuerdos nos vimos
Regresamos a los pendientes…
Nos encontramos con la misma gente,
Pero ya las intenciones no eran las mismas, ni los sueños tampoco.

Luego de dos encuentros, y tan sólo dos llamadas
Tras pedidos de vuelta e inquietudes de espacio
Desde la última vez, y los ahora tampoco
Mientras yo trabajo y tú viajas.

En silencio, dejó de importar esa historia
Y empezaron a despertar los instintos.
Y hoy, a sabiendas de que no estás, y probablemente no te vea
Tengo ganas de ti.


Abril 10, 2009

domingo, 5 de abril de 2009

Latidos Musicales



En el release de su nuevo álbum Pavel Núñez visita el Centro León, para compartir una noche bellísima. La luna en cuarto creciente, las estrellas a cielo despejado, y Santiago en exclusiva para él. Honor a quien honor merece, y hemos visto a este artista dominicano crecer, para enorgullecernos al verle sonreir y sonrojarse con nuestra ovación.

Podrido de Latir es la producción bebé que nos regala nuevamente la certeza de que por las venas de quienes lo escuchamos recorren latidos, recuerdos, instantes, momentos, ideas, sensaciones y recuerdos que se ven entremezclados con las melodías que inspiran a Pavel a tocar su guitarra y entonar canciones.

Ahora sólo nos queda dos cosas: seguir latiendo junto a su música, y agregarle el toque personal, adoptivo, intrínseco de nuestro gusto por este talento!

Y como cada alma late por entonaciones distintas, he aquí mi favorita: Te Di. La que un día me dijera que una vez ME DÍ...

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Pavel Núñez

Recuerdos entre Pavel



Dos veces lo he recordado desde hace un año; dos días de los más 400 que me han separado de él. Uno de ellos fue el viernes en la noche, en el concierto de Pavel, en un transporte a la noche que asistimos juntos a ver a su ídolo a millas de distancia de nuestro país natal.

Sobrecogida entre mis amistades, a años luz del sentimiento que nos unió un día, sentí como si me tocara, como si las letras de “Viene Gente” estuviesen siendo tarareadas a su ritmo. Y fue bonito, pues algo tendría que quedarme de emoción, algo habría de decir que había sido suyo en mi vida, y esos recuerdos una sonrisa más que una lágrima. Era como si Pavel me dijera “hey! Yo te vi hace un tiempo” y yo le respondiera “sí, junto a él.”

De haber puesto el mensaje que empecé a escribir, habría expresado lo siguiente:
“En honor a los años que estuvimos juntos… estoy en el concierto de Pavel, y me he acordado de ti.”
Lástima que supiera que ese mensaje terminaría en un rebote de insensateces en su blog… así pues me ahogué en la música, y reservé el disgusto.


Abril 5, 2009

miércoles, 25 de marzo de 2009

Contarte



Esperaba ese momento desde hacía un tiempito, por varias razones se nos había dificultado; entre su yo y el mío, su cambio de interés y mi actitud, sus consideraciones y mis ideas, sus corbatas y mis suits. Pero este atardecer lo trajo a mí, sin mucho aviso, sin confirmación, sin agenda, así de repente se apareció en mi puerta.
Me sentí intrigada, curiosa, traviesa, recelosa. Él estaba impecable, como siempre, su enigmática figura, y su manera aún indecifrable para mí. Ese código de datos que había empezado a entender a cucharaditas. No tenía expectativas, así como él aparentaba no tener prisa.
Fue la oportunidad perfecta para destapar la botella que llevaba unos días acariciando con la mirada. Tomé dos copas y las serví. Nos sentamos en el balcón lateral a hablar, sencillamente compartir vivencias y sabores.
Entramos en confianza y la pregunta era presumible, por lo que abordé el tema, empecé a contarle. Era una buena oportunidad para compartir algunos recuerdos que podían dar explicación a ciertos comportamientos, criterios, conflictos. Era un momento que –supuse- llegaría bajo cierto nivel de comodidad entre ambos.
No sé si fue el vino, o la historia, o la espera, o la suma de sus factores, pero la mirada nos fue traicionando, y lo sentí cerca, cerca de mis ideas, cerca por instantes, cerca de mi rostro, tal cual unos meses antes lo estuvo entre carpetas, cristales y silencios… y se dejó al aire.

Así fue como en inicié un “contarte” de cobros por sobregiro…


sábado, 21 de marzo de 2009

Quédate



Quédate con mis sueños, quédate con mis ganas
Quédate con la esperanza de volverte a ver…

Quédate cuando te mire fijamente a los ojos
Quédate cuando te desperecie por rechazarme a la vez…

Quédate cuando quiera que te vayas,
Quédate cuando me dejes suspirando de rabia.

Quédate cuando te diga que no me amas,
Y déjame justificarte para sentirte otra vez…


Sin fecha ni destinatario.

La matemática de complicaciones interpersonales


Creo que no pude haber encontrado mejor imagen para este post. Obtenida en GoogleImages

Hay cosas que se saben... pero no se hablan!

En mi teoría poco romántica del compromiso matrimonial urgaba recientemente entre mis escritos, contemplando a mi paso la intrigante e inquisidora versión de un tipo de amante. Como lo describiera recientemente, la categoría más especial es la de afinidad profesional, caracterizada por ser la más sutil, interesante y peligrosa. Hoy entiendo que me quedé corta en definirla, y creo que hay que hacerle el honor de explorarla con más detenimiento…

Debo empezar diciendo que en este tipo de complicaciones interpersonales muy pocas veces se habla claro, y las ‘señales’ se dejan mucho al instinto y a la imaginación, corriendo el peligro de ser mal interpretadas. Aunque para ser sincera, dudo mucho que en estos casos se presten las malinterpretaciones, pues estamos hablando de dos sujetos –por premisa- con una mente madura, desarrollada, y con experiencia. Ese bagage que concentra a estos personajes suele ser el punto detonante de una confrontanción sin caras, sin palabras, sin diálogo abierto, pero con muchos sentidos.

Anteriormente había descrito que esta interacción casi siempre se da en un ambiente laboral cuyo perfil profesional es muy elevado en ambos, y es precisamente ese perfil que regularmente los aúna. Dos personas con ambiciones de carrera, con títulos que le solventen, con experiencias de vida enriquecidas por la diversidad… y que se sienten peligrosamente atraídas por un no-sé-qué de conversaciones, papeles, ideas, controversias, escritorios, secretarias, extensiones telefónicas… y un intenso y exquisito sentido de discreción, de intimidad, de miradas silenciosas, de reuniones, de abrazos de saludo y manos de despedida…

En mi lado más idóneo de conceptos de pareja siempre he dicho que para una relación mantenerse bien hay dos elementos indispensables: admiración y respeto. Un individuo puede tenerle respeto a su pareja y jamás serle infiel, pero si no la admira no se sentirá satisfecho, y menos conforme con lo que tiene. Lo mismo pasa con el caso inverso, si alguien le tiene admiración a la persona con quien comparte su vida, pero no la respeta, es una relación destinada al fracaso. Y de ahí viene la razón por la que justifico mi expresión “peligrosamente atraídas”: estos dos profesionales pueden evitar ‘daños a terceros’, mas están deliciosamente envueltos en una admiración profunda, inevitable, contagiosa, energética.

¿Entonces? Bueno, aquí la matemática no tiene números tan concretos… dos más dos puede dar tres, o puede dar cinco, pues sucumbir ante la tentación tiene los mismos balances naturales que titubear ante ella. A fin de cuentas, es un cargo de conciencia si caemos, y una verdadera tortura si nos quedamos con el pendiente del “cómo sería con…”. Como siempre he dicho, en estas cuestiones los colores son deliveradamente multiplicables, y ninguno tiene tonalidad negra o blanca, ni sus derivaciones. Ahora, siendo justa con las circunstancias, ¿por qué no les dejamos esa matemática a los ingenieros?

Escrito antes de celebrar.
Enero 2009

lunes, 2 de marzo de 2009

Quiero...


Imagen: DeviantArt.com, Por: Sylynn

Sentir calor con sólo una mirada
Soñar despierta con la última despedida
Sentir nervios con una caricia ingenua
Suspirar con las letras de una nueva canción

Pensar en la idea de un detalle bonito
Esperar impaciente una llamada
Planear todo un día, para una sola noche
Disfrutar las diferencias entre dos almas

Tener motivos para romper más esquemas
Emprender un camino de incertidumbre positiva
Sentirme mimada, comprendida, deseada
Escuchar mi propia voz al decir un te quiero

Quiero volverme a enamorar…

Marzo 1, 2009

sábado, 21 de febrero de 2009

Estupidez a la moda


Imágenes para el blog son obtenidas en: DeviantArt (http://deviantart.com)

"Nada en el mundo es más peligroso que la ignorancia sincera
y la estupidez concienzuda."
Martin Luther King (1929-1968) Religioso estadounidense.
Tres cosas hacia las cuales difiero poca tolerancia:

La falta de sentido de dirección de los hombres,
Los celos infundados,
Y la estupidez femenina...


¡Lo grande es que esta combinación está de moda!

Carta sin fecha - by JAB



La verdad es que el talento de José Ángel Buesa es admirable; el juego de los recursos literarios, de la retórica, la rima, la secuencia idiomática. Qué decir del tema, cuando un escrito tiene la sentencia nata de dejarte pensando, de recrear el contexto en la mente, y permite a quienes lo disfrutamos quedarnos con ese respiro final para exclamar a mérito justo:

“Pero Bueeeeesa, ¡¿y ese atrevimiento literario?!”

Mi pensamiento vuela y tan sólo me arrebatan preguntas intrigantes. Me detengo un segundo revisando cada experiencia ajena o personal, y no pude encontrar ninguna que me dijera que el amigo aquel lo llegó a saber algún día…
Wk



CARTA SIN FECHA
de José Ángel Buesa

Amigo: Sé que existes, aunque ignoro tu nombre.
No lo he sabido nunca, ni lo quiero saber.
Pero te llamo amigo para hablar de hombre a hombre,
que es el único modo de hablar de una mujer.

Esa mujer es tuya, pero también es mía.
Y es un pecado, es cierto, si es pecado el amor,
pues el rosal marchito que ya no florecía
no se siente culpable si le brota una flor…

Ahora es de noche y llueve. Yo te llamo mi amigo,
yo, que corté una rosa que era tuya quizás;
y ella, en tu propia almohada, tal vez sueña conmigo,
y tú, que no lo sabes, no la despertarás.

Que importa lo que sueña. Yo seguiré mi camino.
Ya es tarde, tengo prisa, y aún hay mucho que andar,
y nunca rompo el vaso donde bebí un buen vino,
ni siembro nada, nunca, cuando voy hacie el mar.

Y pasarán los años, favorables o adversos,
y nacerán las rosas que nacen porque sí;
y yo no sabré nunca si has leído estos versos,
ni tú sabrás, tampoco, que los hice por ti…

viernes, 20 de febrero de 2009

Tasting the Lyrics



Ok!! Let’s cheer up a little bit! It’s over for sad stories, for now… Part III and IV will have to wait. In the mean time, what if we start remembering those lyrics that for some reason have a say, a mark, a secret within, an instinct… Wow! Yeah, and please, let me know if I’m wrong, but there are some, that just are over the edge!

This one in particular came along my life when I was living my times of fun and vibrant celebrations of youth, friends, collegues. I listened to it while I was in a car, driving away from classes, and text messages. A couple of years later it came along to a weir, complex, sudden, exciting, problematic situation that I delightly enjoyed while it last.

Then, every time I go back to the Caramelos de Cianuro is like belonging to those times. It is TASTE!


“El Último Polvo” by Caramelos de Cianuro

Cuando todo acabó, cuando todo se habló
Cuando por fin entiendes que el pasado pasó
Visto desde el final, no estuvimos tan mal
Los momentos hermosos siempre perdurarán
Entiende por favor que aunque sienta dolor
Desde que te conozco soy un hombre mejor

Creí que indudablemente podía botarte de repente
Fíjate si estaba equivocado Siendo tú quien me ha botado
Quiero darte una despedida, que recuerdes toda la vida
Esta noche venir tan solo, a que nos demos el último polvo
Quizás parezca pedir demasiado, pero yo sé que tu también lo has deseado
Y si mañana se termina todo, será después de nuestro último polvo

Tanta desilusión, tanta desolación
Hoy es de cada uno lo que fue de los dos
Y ahora habrá que esperar lo que pueda pasar
No debe haber comienzo si no ha habido final
Y cuando salga el sol nos diremos adiós
Todo será distinto para nosotros dos

Yo descubrí el área nunca antes visitada
Del lado oscuro de tu almohada
Yo pasé mi lengua por el borde de tu cara
Probé tus lágrimas saladas

To: 06703-06704

lunes, 16 de febrero de 2009

Empieza el calvario


Parte II

Por experiencia de mis últimos dos años en aquel país, los “especialistas” de salud se habían vuelto verdaderos rivales, era sorprendente, chocante, insólito, y hasta ingenuo el ver con cuánta facilidad éstos individuos se juegan con la vida de las personas, y con cuánta más insensatez se atreven a juzgar sus razones. Estúpidos. Así pues, le sonreí tanto como pude al que tenía enfrente y luego asumí el reto de retarlo, como hacía frecuentemente en estos casos, cuestionando cada mínima decisión hasta estar conforme. Aún así ninguno de mis entrenamientos previos me habían preparado como para enfrentar lo que vendría, y las constantes aprobatorias que daría a esos esbirros para jugar con mi vida.

Después de la segunda visita al consultorio me añadió dos medicamentos nuevos, uno que me inflaría la cara como un globo (esteroides) y otro que echaría por el inodoro de tan efectivo que resultaría (jarabe para la tos). Me examinó por tercera vez y me mandó a caminar alrededor para medir mi oxígeno. Era el quinto día de aquella faena, ya me había aprendido el nombre de las enfermeras, y ellas el mío, y para entonces el conteo de medicinas sólo aumentaba, al igual que la frecuencia de nebulizaciones. Al regresar a la salita de examen me dio dos opciones: o irme a casa y pasar ver si podía pasar el fin de semana (qué agradable ella, ¿no?), o ser ingresada. La idea de ir al hospital había surgido ya en una ocasión anterior, y aunque resultaba reconfortante saber que tendría al menos quien me cuidase, me aterraba el sólo pensar en el contorno, la cultura, lo ajeno a mí. Mi decisión se basó meramente en su última advertencia de que si me ingresaban NI ella NI mi neumólogo estaban on call ese fin de semana, por tanto en caso de emergencia sería atendida por el médico de turno… y otro nuevo reto de explicar todo proceso de recaídas y ataques de los últimos días. No, definitivamente no, eso sería más tortuoso que el quedarme en casa.

Eran casi las seis de la tarde cuando salí de la clínica, el taxi me esperaba afuera, y la nevada apenas arreciaba. Estaba cubierta por tres capas de ropa, débil, cansada, no paraba de toser y me dolía mucho la cabeza. En eso pasó la noche, y la mañana siguiente, sin mejoría alguna. Ver televisión, estar al pendiente del itinerario de químicos para mi organismo, planear los alimentos que me sostuvieran ante el malestar, y aparte de eso lidiar con el tenso ambiente en el hogar, entre dejar saber que no quería otras preocupaciones y hacer entender que no era muy “electivo” de mi parte la condición en que me encontraba.

Lo cruelmente chistoso es que en momentos como esos es donde más se ajusta el decirse a uno misma “respira profundo” para buscar cierto sociego, pero si no podía literalmente ni respirar, ¿cómo lo haría ‘profundamente’? Me resigné a soportar esa prueba que me daba la vida, sin entender que era tan sólo el oscuro vestíbulo en que desembocaría la decisión de haberme quedado.

Llegó el lunes, y a media mañana sonó el teléfono, era Mónika, la doctora Mathur, quien muy dulcemente se tomó el tiempo de averiguar cómo me había ido. Al escucharme peor que el viernes, y saber que los medicamentos no había hecho efecto alguno, me pidió que fuera en la tarde, así lo hice. Estaba harta de ese tira y jala, de ir y venir de Fallon sin efecto reconfortante, estaba desesperándome, y ya mi sentido común no tenía sentido alguno, mi capacidad para dilucidar entre sensaciones y síntomas eran nulas, mis conocimientos médicos no tenía validez, y yo me sentía cada vez más frágil, horriblemente vulnerable, impedida… Entonces, la decisión llegó por obligación, no por iniciativa; éste fue el irremediable suceso cuando unas horas después de la visita clínica quien me sostuvo fue el piso del baño.

El tiempo es el componente más preciso en una estancia médica. Ellos pueden ser excelentes en tecnología, vanguardismo, investigaciones, pero son fatales en atención y cuidado humano. Y para qué contar de ver las horas pasar experimentando el horror de un lugar como aquel, entre perfectos desconocidos, con el terrible dolor de cabeza que me punzaba los sesos, el malestar corporal, y la consabida dificultad respiratoria. Me sentí en la antesala del infierno, real, verdadera, pura, sincera, incoherentemente. Y así pasaron todos los fragmentos del tiempo: los segundos, minutos, cuartos de hora, horas; y siguieron sus cosas: experiencias, gente, imágenes, recuerdos, sonidos, sensaciones, percepciones. El tiempo y sus cosas, en su mayor y más desagradable expresión, cobrándome la más mínima desconocida razón por la cual jamás merecería tal episodio.

La sucesión de eventos de ese día me han hecho preguntarme una y otra vez qué hay en el ser humano detrás del instinto de supervivencia. Cuántas veces no vamos por la vida en una eterna transición de responsabilidades –de la casa al trabajo, del trabajo a la academia, de la academia a la casa- y mantenemos el espíritu de actividades en honor a lo que nos hemos comprometido –pareja, familia, carrera-; y cuántas veces, segundo a segundo, dejamos de descubrir que ese mundo que nos rodea es gracias a cosas aparentemente insignificantes sin las cuales nada sería nada. Fue esta experiencia en mi vida que me hizo entender cuán profundamente frágil es la vida, cuán dependiente es la esencia humana, y cuán inevitable es ver la vida de frente, cuando está justo ahí, donde no hay hacia dónde más ir, ni nadie a nuestro alrededor para en quién escudarnos, ni fuerzas físicas de dónde escondernos.

En cuatro días quebranté mil veces mi teoría de que un instante era el último. Las ideas de cómo mi vida terminaría allí, lejos, sola, aterrada, atónita, reposaron en mi mente una y otra vez entre la atosigante tos, mientras sentía la tortura recorrer mi organismo, y cada célula de mi cuerpo perdía noción de las funciones correctas. En medio de esta catarsis existencial compartí mis suspiros con la tristeza, y poco a poco mi alma se desmoronó hasta volverse nada, era polvo al viento… y el llanto mi único fiel compañero. Las lágrimas eran mi desahogo, lloraba, inhalaba, lloraba, y me dejaba manipular por quienes el mundo me obligaba a creer que eran los que sabían. Ya no ponía resistencia, ya estaba resignada a ser su puppet y a refugiarme en lo que sería la irracionalidad de la razón, así, tal cual.

Dicen que a las verdaderas amistades se les conoce en el hospital y en la cárcel, y como yo no he tentado la ley, supongo que esa era justa mi oportunidad de repasar el listado de privilegiados afectivos. Comprobé que soy imprudentemente alérgica a la expresión de que “La sangre pesa más que el agua”. Y también comprobé que las verdades son injustas y, las justicias inhumanamente incompetentes ante la vida.

Tras varias conjeturas filosofales, una reacción adversa al químico de la resonancia magnética, una flebitis, dos inyecciones de morfina, siete minutos de colapso pulmonar derecho, cinco días sin dormir, desconocidas pulgadas de nieve, y tres especialistas mis días en el hospital habían llegado a su fin, con la promesa del próximo cuidado materno al día siguiente, según los prónosticos no climáticos…



Febrero 15, 2009



lunes, 9 de febrero de 2009

Presagio de una pesadilla…


Hace un año que inició esta travesía que hoy me lleva a desahogar en esta serie de escritos los sentimientos encontrados que estas fechas me provocan, donde los paralelos de la vida se cruzaron, y la mía se vio en un hilo.
Wk.
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Parte I
Llevaba medias de lana hasta la parte superior de la pantorrilla, guantes de cuero negro, botas cubiertas de piel en su interior, traje negro de oficina a rayas crema y un suéter cuello tortuga. El coat negro, la bufanda crema y la boina reposaban en el asiento de al lado. Había abandonado la I90 hacía menos de un minuto y tenía a mi madre en línea. Ambas llevábamos un buen rato coordinando la compra del vuelo que me permitiría reencontrarme con los míos tras dos años de ausencia.

Según ella ésta sería la oportunidad perfecta para rehacer los instintos de la tradición cultural femenina de abnegación marital. Sería el momento de llamar a su escuadrón de rezos e influencias eclesiales para hacerme entrar en razón… pero la vida da vueltas, y la mía tomaría un giro peligrosamente fuerte.

Cuando terminé la llamada tomé una bocanada del denso aire inexistente del interior de mi carro, y contemplé la escena que llevaba ya varias semanas observando: edificios de apartamentos a la derecha, el lago cuya capa superior era puro hielo hacia la izquierda, y la estrecha vía repleta del tráfico de la hora de oficina. Me detuve en un semáforo e intenté inútilmente serenarme, ver a mi alrededor y dedicarle un pensamiento positivo al inicio de mi largo día. No hubo forma, las esperanzas se agotaban.

Rompí en llanto abrazada al guía, me asfixié y sentí cómo profunda, lenta y dolorosamente la daga se resarcía en mis adentros; la misma que llevaba dos meses presionando mi alma. Me contuve al entrar al parqueo del campus y saludé a la patrulla policial como de costumbre. Ubiqué un espacio vacío al final de la cuesta y me estacioné entre la montaña de nieve, arena y lodo, como siempre.

Al entrar a la salita de recepción de la oficina hice el mayor de mis esfuerzos de sonreír, y la opresión en el pecho casi me vencía. Quería que alguien me explicara cómo era posible que el alma de una persona pudiera sentir tanta aflicción y que el mundo no lo escuchara, donde mi silencio y profesionalismo eran transparentes, mientras por dentro gemía, me sacudía, gritaba, me estremecía cual feto en pleno proceso abortivo. Sentí que me desgarraba… la sensación era insoportable, compleja, inevitable.

Tras mi update semanal con mi supervisora, una reunión de equipo sobre el proyecto en camino, y tres citas estudiantiles el día había seguido su curso, avanzaba, tal como lo hacen los barcos en altamar, no importa cuán agitada esté la marea. Haría dos llamadas más al país en las próximas horas, ambas para escuchar a Usk, para saber de ella y dejarla saber de mi, para decirle sencillamente que extrañaba estar entre ellas, las mujeres.

Supongo que el fondo de mi ser deseaba que ese día fuese tan sólo una pesadilla, y que como en las caricaturas alguien me despertara, me tocara el hombro y me dijera “Ya Wendy, estabas dormida…”, pero no pasó, ni pasaría en muchos, muchos meses. Éste era sólo el principio de una pesadilla que me mantendría dormida en el letargo de la tristeza por semanas y que desembocaría una serie de episodios de vida hasta hoy irrecordables.

El viaje a SC me tomó alrededor de una hora y quince minutos, nada fuera de lo habitual a esa hora. Eran casi las cuatro de la tarde, debía estar en Locklin Hall a las cinco para una revisión de tesis, y tenía clases a las seis y media, qué día! Al entrar al parqueo nueve de commuting students vi nuevamente la nieve apilada a los laterales, la arena, lo asqueroso de vivir en ese Estado en pleno febrero y una semana después de una nevada de varias pulgadas. Respiré hondo, tomé mis cosas y me aparté del vehículo a prisa para evitar el viento helado que atravesaba el campus. La temperatura debía estar en unos 18 grados, y se esperaba que bajara entre 8 y 5 para mi hora de salida.

Cuando entré en el edificio 19 eran casi las diez de la noche, estaba agotada, me dolía mucho la espalda y mis emociones se habían adormecido de tanto ajetreo. Él dormía, o fingía dormir, qué más daba. Saludé por cortesía y no entendí que sería la primera de muchas noches en que repetiría aquel ritual, y que anoche tras noche éste se convertiría en un trago más amargo con el paso del tiempo.

Días después me engañaría por segunda o tercera vez de que era un buen pretexto para volverlo a intentar, para escarbar entre mis sentimientos a ver si encontraba algo bueno, de buscar y rebuscar en mis pensamientos a ver si lo comprendía, de huirle a mis recuerdos para perdonar sus imprudencias, de creer, de creer en la maldición en que se había convertido mi decisión de estar ahí… Era la fecha del 14, y ambos nos esmeramos en ser dadivosos, fue bonito, debió haberlo sido, pues ninguno de los dos recordaría nada bueno del otro en los meses siguientes, y éste permanecería como el último buen recuerdo.

Tres días pasados el 14 empezarían los síntomas, el cuerpo resentiría el clima y yo no estaría lo suficientemente fuerte como para resistirlo. Era el presagio de vivir mi peor pesadilla en carne viva…
Escrito al conteo de días, hacia un año.
Febrero 8, 2009.

jueves, 5 de febrero de 2009

Fe de Errata



Cuando tomé clases de pintura, hace ya muchos años, aprendí que hay tres colores primarios: rojo, azul y amarillo; todos los demás son derivados de éstos. Existe un único color puro, que es el blanco, y se supone que el negro es la combinación máxima de los primarios. Así pues, para obtener verde, por ejemplo, hay que mezclar amarillo y azul, y su intensidad dependerá directamente de la concentración que se le aplique de cada color combinante.

Partiendo de la explicación anterior, entiendo medio justificable mi error de percepción con la corbata aquella… no era rosada, era roja con blanco. No pude ocultar la sonrisa cuando se me aclaró mi fallo apreciativo, y no porque me guste estar equivocada (Já ¡Qué va!) sino porque esa respuesta evocó una idea tan curiosamente sexy a mi cabeza: para haberlo sabido debió de comprobarlo, y para comprobarlo debió estar en su clóset, entre otras corbatas, colgando su “ie attire”, y haberse momentáneamente acordado de la referencia que hiciese al color y quererme ganar la disputa; o –mejor aún- haberlo maquinado hasta llegar a casa y buscado la oportunidad de verificar.

Puede que la imagen me resulte entretenida, y que mi percepción estuviese distorsionada, pero mi mente ahora se pregunta ¿de qué me sirve saber el color si no podré comprobarlo yo misma? ¿si tengo restricción en su contra? ¿si no podré usarla?

Supongo que a fin de cuentas la carrera pesa sobre la marcha, y para él es menos importante el interés que el admitir una fé de errata…

After “the pink tie”, WITHOUT celebration, and eating chocolate ice cream!
Feb. ‘09

sábado, 31 de enero de 2009

In the files’ room


A tiny moment in time
where I was pulled away
and he took me into his arms.


A misterious prohibited sensation
with deep intensity
and uncontrolable silence.

Both wanted more than that
and desired less space in between
but no one expressed it.


The secret was in the air
the office was its witness,
and the bodies were the victims.

Pure curiosity conspired
to be left all alone
wondering, breathing, exploring...

And the tie was pink…

Enero 2009

An affair gone wrong



Todo empezó en una mirada, y terminó en un suspiro…

“Hay que admitir que ciertos líos en la vida nos los ganamos solos…
Se toman decisiones que comprometen nuestro futuro, nuestas convicciones,
nuestro razonamiento, muchas de ellas vienen atadas al insaciable furor de la pasión.”

La intensidad se acrecienta,
el interés se esparce por el cuerpo,
las vibraciones recorren la espalda,
y desembocan en la entrepierna.

En esos momentos la piel arde,
las manos tiemblan,
la respiración se entrecorta,
y los pensamientos se nublan.

Cuando la conciencia se ve infringida,
y olvidamos lo que somos y en lo que creemos,
y peleamos con el ‘otro yo’ de la cabeza superior,
y pedimos permiso a la impaciencia.

Y ahí se crea el problema: el creer que eso ‘es’…
Y no pasión o deseo o química.
Y no lo llamamos por su nombre
sino que lo apodamos Amor…

En fin, el tiempo pasa y la calma llega
Y redefinimos la cuestión aquella,
Y transparentamos que el lío no lo arma un Affair
Sino cuando este ‘have gone wrong’!

Y todo pasa… y a mí me pasó.

Enero 2009.

sábado, 24 de enero de 2009

Soñar


Imagen de: DeviantArt.com
Soñar con que llegas de madrugada y me robas un beso.
Soñar con los sonidos vacíos de tu silencio mientras me ves dormir.
Soñar con las almas puras de nuestros cuerpos acurrucados.
Soñar… con que eres tú con quien sueño, y que un día, algún día, serás real.

domingo, 18 de enero de 2009

Factor Ex


Ellos son quienes han ido formando los trazos de la tela de mi vida, de mi esencia de mujer, donde los momentos escritos rodean las páginas de mi historia, en la que me he esmerado deshojar las margaritas del jardín del amor…

Ellos, ¿quiénes son? Bueno, para entendernos habría que empezar definiendo cuál es la amplitud del término “ex”, ya que se podría entender como aquel con el que se ha tenido una relación amorosa concreta. Aclaramos entonces que para los fines de mis escritos, de mis descripciones y mi literatura, mis categorías de “ex” van mucho más allá de lo característico, del príncipe azul, del novio, del buen partido, del definitivo...

“Ex”: ex-novio; ex-pareja; ex-amante; ex-enamorado; ex-amigo-“especial”, ex-colega con connotación prohibitiva; ex-date; ex-partícipe de comentarios, llamadas y minimensajes con insinuaciones pretensiosas etc, etc, etc. El listado puede ser largo y extensivo, y no con ello implica que la lista sea comprometedora de verdadera experiencia conjunta, sobre todo sexual, si a eso vamos.

“Ex”, en los términos de las rosas, implica un pasado que ocurrió, transcurrió y llegó a su fin. Pero no, no todos llegan a un fin… algunos simplemente ‘reprimen’su continuidad, que no es lo mismo.

Ellos son la razón de mis enredos, de mis deseos, de mis necesidades, de mis recuerdos; sobre todo eso: mis recuerdos, de pasión, de desvelos, de sonrisas y lágrimas, de decepciones y criterios; de mi: entera, entregada, tierna, perspicaz, exigente. Ellos han sacado de mí a la niña, la tierna, la detallista, la amante, la apasionada, la mujer. Pasión, besos, miradas, caricias, manos, aceite, vinos, respiros, suspiros, salidas, mentiras, secretos, planes…

Ellos viven conmigo mi transición de mujer. Algunos se quedan para compartir otros aspectos, se convierten en fieles amigos, en compañeros de la vida. Otros, desaparecen como el aire, se esfuman, se disuelven en el tiempo y las prioridades de otro amor. Y están los mejores, aquellos que cumplen mi teoría de que los hombres son reciclables, están ellos, los que no están, pero aparecen de cuando en cuando para cuidar ese pasado, mantenerlo –a su juicio- vivo, aunque al mío, sedante, irrisorio, cuántico.

Ellos son sencillamente los hombres de mi vida…

La Amante



¿Es la amante la mujer que se acuesta con un hombre casado a sabiendas de que lo es? ¿o puede ser más bien la mujer a quien él dejó por otra, pero que nunca la dejó de querer?

El término “amante” es una de aquellas cuestiones que tiene más discusión de contenido que de contexto. Se entiende a ciencia cierta quién es, qué representa y cómo se manifiesta. Se critica amplia y constantemente qué hace, cómo lo hace y cuándo. Sin embargo, si nos vamos a analizar el asunto, yo me pregunto, ¿quién es la amante?

Decidí entonces darme a la tarea de preguntarle a mis amigas su percepción al respecto, y a mis amigos su idea, y me sorprendí ampliamente con la variabilidad de su función. Para empezar, las mujeres de hoy en día entienden que una ‘amante’ no implica dos cosas “fundamentales” de la típica descripción conocida: sexo y matrimonio. En cuanto a matrimonio me refiero a que no todos los hombres que tienen amante tienen que tener esposa, las hay que simplemente no buscan ningún compromiso, el sexo es el elemento principal, y ambos evitan verse en público juntos –aún ninguno de los dos tenga pareja-; se le conoce más comúnmente como ‘sex-friend’ o simplemente ‘amiga’ (pero con ese tono peculiar en la voz).

El otro tipo es la que no tiene vida sexual con el sujeto –quien sí está casado-. En este caso, ambos disfrutan de otros aspectos, como intereses profesionales o un pasado en común, y son regularmente las que pasan desapercibidas para la ‘esposa aquella’ al venir camuflajeadas de amigas. He aquí el problema: estas mujeres puede que tengan un concepto hasta cierto punto respetuoso, pero escéptico respecto al matrimonio y al rol eminente de la esposa, aunque tengan conflicto entendiendo que esa ‘esposa’ en particular cumple con los requisitos de un hombre como ‘aquel’.

La relación de estas personas –puedo casi afirmar- surje como una genuina amistad y el consumo de tiempo, las situaciones de la vida, los momentos a solas, las cosas del destino (qué se yo!) hace que se vaya tornando en algo más que, en su mayoría de casos, “se ‘entiende’ pero no se ‘habla’ kind of thing”. Para muchas y muchos de los entrevistados este tipo de relación o amistad, o como quieran llamarle, puede resultar muy interesante, y hasta cierto punto más intrigante que la tradicional, pues puede darse un enamoramiento lento y genuino que tiene más posibilidades de supervivencia prolongada que aquella cuyas ataduras son delimitadas por la conexión de los cuerpos.

También hay que resaltar otra categoría moderna de ser “amante”, y en eso debo admitir ser más machista que feminista (cosa MUY rara), y es ‘la ex’, y no toda ex, que quede claro, es esa ex que ha estado ahí, la amiga, la confidente, el paño de lágrimas, la apoyadora, la inconstante, la técnicamente ausente pero simpre presente, la que le conoce el pensamiento, la que interviene en problemas laborales, ahh… ¿sigo?

Y ya termiando el escrito un amigo me recordó que hay las esposas que son también amantes, que –en su opinión- son las que siempre buscan detalles para mantener el romance. Yo he conocido pocas, y debo darle crédito a cada una de que dicha téctica es la mejor aseguranza de un matrimonio “happily ever after”.

Como pueden ver esta moneda tiene muchas caras, y no particularmente sencillas algunas de ellas. ¿En mi opinión? Hay varias consideraciones… Para empezar, hay casos y casos, y ni todos se zafan del estigma del pasado, ni todos son injustificables. Aunque sería más peligroso reflexionar conclusivamente que:
¿Hay conexión directa entre ser amante y ser infiel o se pueden cruzar los cables? Y voy más allá: ¿infiel a quién? ¿a ‘la esposa’, a la realidad, o a su corazón?

Juzguen ustedes…

Enero 2009